La mayoría de los seguros que contratan las familias no se pueden desgravar en el IRPF. Solo es posible, por ejemplo, en aquellos vinculados a la hipoteca de un inmueble que, a la vez, aún tenga derecho a la deducción por la compra de vivienda habitual. Sin embargo, los autónomos gozan de un beneficio: Hacienda considera un gasto deducible el pago de la prima de aquellas pólizas que son necesarias para que los trabajadores por cuenta propia desarrollen su actividad económica. Entre ellas se encuentran los seguros de responsabilidad civil y contra robos, incendio, rotura o avería de maquinaria y daños a las mercancías, pero también los de automóvil, hogar y salud.

Seguro de automóvil. A nivel particular no es posible deducirse el seguro del coche, pero si eres autónomo y usas tu coche o furgoneta exclusivamente para tu actividad profesional, podrás deducir el 100% del pago de la prima en el IRPF. Para ello es necesario justificar debidamente ante la Agencia Tributaria que ese vehículo no se usa en ningún momento para fines personales. Para ello, puedes registrar el kilometraje, elaborar un informe detallado de los desplazamientos que hagas y contar con una agenda de clientes con sus direcciones.

Seguro de hogar.  Aquellos autónomos que trabajan en casa pueden desgravarse un porcentaje equivalente al porcentaje de la vivienda que usen para su actividad. En este sentido, es necesario declarar esa parte de vivienda en el correspondiente modelo de Hacienda. En el caso de la oficina o taller, la deducción es del 100%.

Seguro de salud. Aunque no es una póliza estrictamente vinculada a la actividad profesional, la legislación contempla que, en el régimen de estimación directa, los trabajadores por cuenta propia puedan deducir las primas pagadas tanto por su seguro de salud como por los de su cónyuge y sus hijos menores de 25 años que convivan con él. Esta deducción tiene un límite máximo de 500 euros al año por persona y de 1.500 euros por cada una de ellas con discapacidad.

Como requisitos para acceder a las deducciones en el IRPF por el pago de estos seguros generales, los autónomos deben probar ante Hacienda que su contratación es necesaria para su actividad profesional, registrar su pago en la contabilidad y deducirse únicamente las primas abonadas en el ejercicio que se declara.