La Navidad es una época en la que las familias pasan más tiempo en casa, hay más trasiego en la cocina y los adornos navideños implican el uso de más aparatos eléctricos o velas. Además, durante estas fechas se producen millones de desplazamientos de personas que viajan por carretera para pasar la Navidad con sus familias. Esto hace que sean más frecuentes los siniestros domésticos, como intoxicaciones alimentarias, atragantamientos, cortocircuitos eléctricos e incendios y robos, y los accidentes de tráfico. Seguir una serie de recomendaciones de seguridad tanto en casa como al volante puede evitar sustos y disgustos durante estas fiestas.

Decoración navideña segura. Las guirnaldas de luces son un elemento habitual en los hogares tanto para decorar el árbol de Navidad como otros espacios. Con el fin de evitar cortocircuitos y eventuales incendios, es fundamental a la hora de adquirirlas fijarse en que están homologadas —si lo están llevarán el marcado CE (de Conformidad Europea) —, cumplen los requisitos de seguridad y son luces LED, que son más seguras y consumen menos. Conviene revisar cada año el cableado para comprobar que está en buenas condiciones, y sustituir la tira de luces si se encuentra dañado.

A la hora de conectar la guirnalda de luces y otros aparatos eléctricos, es conveniente no sobrecargar las regletas o tomas de corriente. Además, el árbol y otros elementos decorativos deben estar alejados de fuentes de calor como una chimenea. Conmviene apagar las luces decorativas a la hora de dormir o al salir de casa y, si se usan velas, es aconsejable sustituirlas por luces LED, mantenerlas alejadas de cortinas u otros elementos y no dejarlas encendidas.

Evitar atragantamientos. Hay diversos elementos típicamente navideños que pueden provocar un atragantamiento, especialmente en niños. En primer lugar, los adornos navideños, que deben ser lo suficientemente grandes para evitar que los más pequeños de la casa los metan en la boca. En este mismo sentido, los juguetes deben ser adecuados a la edad del menor, evitando aquellos que contengan piezas demasiado pequeñas. Por último, las comidas y cenas navideñas también suponen un riesgo de atragantamiento, tanto para niños como para mayores, ya que se tiende a comer en mayores cantidades y personas que habitualmente siguen dietas que facilitan la deglución, como los ancianos, en estas fechas ingieren otro tipo de alimentos que pueden suponer un peligro para ellos, como frutos secos, turrones, uvas, aceitunas y caramelos. Al respecto, la recomendación general es vigilar a estos familiares y recordarles la necesidad de comer despacio, en pequeños trozos y masticando bien los alimentos. Además, en el caso de los niños se debe evitar que ingieran alimentos mientras corren y juegan.

Ojo con las intoxicaciones. A la hora de cocinar, y con el fin de evitar intoxicaciones, la primera recomendación básica a la hora de cocinar es de higiene: lavarse bien las manos. En esa línea, hay que lavar bien alimentos como frutas y verduras antes de cocinarlos o ponerlos a la mesa. Tanto en la cocina como en el frigorífico se mantendrá una buena higiene y un orden para evitar la contaminación cruzada. Hay que tener especial cuidado con los mariscos y pescados, revisando que están en buen estado, y no debe congelarse productos que previamente hayan sido descongelados. 

Especial atención en la cocina. Debido a las frecuentes comidas y cenas familiares que se preparan, la cocina se convierte en un espacio de la vivienda de mayor tránsito y uso en estas fechas. Los principales riesgos a evitar, en este caso, son las quemaduras y cortes. Para ello, hay que mantener los cuchillos y otros objetos cortantes y punzantes siempre en un lugar seguro, nunca en el borde de la mesa y alejados de los más pequeños de la casa. De igual modo, los mangos de las ollas y sartenes al fuego no deben quedar hacia fuera de la cocina, y nunca se dejarán ollas hirviendo en los bordes de la mesa. Al terminar de cocinar, hay que asegurarse que todos los fuegos de la cocina y el horno están apagados, y en la medida de los posible evitar que los niños entren a la cocina solos.

Viaja seguro. Cerca de 20 millones de españoles se desplazan cada Navidad desde su vivienda habitual a otra localidad para pasar estas fiestas con sus familiares, realizando en muchos casos largos viajes. Si siempre es necesario cumplir a rajatabla las normas de circulación y seguir las recomendaciones de seguridad al volante, en épocas como las Navidades es especialmente importante. Primero, porque esos desplazamientos suelen concentrarse en unos pocos días, elevando la intensidad del tráfico; en la medida de los posible, conviene evitar esas fechas concretas y las horas punta, adelantando el viaje. Además, la lluvia, el hielo, la niebla y la nieve, más habituales en esta época del año, aumentan el riesgo de accidente de tráfico, de forma que es necesario ser aún más prudente al conducir. De hecho, es aconsejable antes de iniciar el viaje consultar la previsión del tiempo y evitar salir a la carretera sin algunos elementos como cadenas de nieve en caso de que puedan resultar necesarias. Igualmente, de forma previa conviene comprobar el buen estado del vehículo. Línea Directa Aseguradora, por ejemplo, ofrece a los usuarios de su Programa de fidelización SUMA en Línea una revisión gratuita de los 40 puntos de seguridad de su coche. Conviene consultar también que se tiene contratado un servicio de asistencia en carretera o viaje, o que es una cobertura incluida en la póliza del seguro, por si el coche o la moto se averían en mitad del viaje. 

La Navidad, una época propicia para los robos en viviendas. Los meses de verano y enero son los preferidos por los ladrones para robar en pisos y casas. Por eso, las personas que se desplazan a otras localidades durante estas fechas y dejan su casa vacía, pueden poner en práctica una serie de medidas de seguridad sencillas y útiles para proteger su patrimonio. Primero, hay que asegurarse de dejar perfectamente cerradas puertas y ventanas y, en la medida de los posible, contar con un sistema de alarma. Si se van a pasar unos días fuera, resulta útil simular vida en el hogar durante esa ausencia, no bajando del todo las persianas, programando las luces para que se enciendan y apaguen automáticamente de forma periódica si se dispone de este sistema y pidiendo a un vecino o amigo recoger el correo, regar las plantas y modificar la altura de las persianas.