Solo este verano está previsto que se produzcan 93 millones de desplazamiento de largo recorrido por las carreteras españolas. Muchas familias que se pongan al volante para ir a la playa o la montaña lo harán, además, con sus perros o gatos. En España hay más de 21 millones de mascotas. Por eso, para que las personas que viajen con ellas con mayor tranquilidad, es necesario cumplir una serie de normas de tráfico y unas recomendaciones básicas.

La mascota, bien ubicada y sujeta

Perros y gatos deben ir convenientemente ubicados dentro del vehículo, y no pueden hacerlo nunca sueltos en el habitáculo o sobre las piernas o en brazos de una persona. Las sanciones oscilan entre los 80 euros, si el animal no va correctamente sujeto, y los 200 y los 500 euros en el caso de que el perro haya invadido el espacio del conductor o viaje en su regazo, suelto.

El porqué de esta norma es que, por un lado, la mascota puede molestar al conductor, limitando su capacidad de atención y de maniobra. Además, en caso de frenazo brusco, nuestro perro o gato puede salir proyectado del habitáculo, multiplicando su peso según la velocidad, y suponer un riesgo para la integridad del resto de pasajeros como para la propia suya.

Arneses, transportines y rejillas

La ubicación y sujeción de nuestro animal de compañía puede variar en función de su peso. Así, en el caso de perros pequeños y medianos y gatos, estos pueden viajar en los asientos traseros con un arnés con cinturón que se engancha al cinturón de seguridad del automóvil o en un transportín ubicado en el suelo del vehículo, detrás de los asientos delanteros. Si nuestro perro es grande, existe la opción de que viaje en el maletero, sujetos o en el interior de un transportín de mayor tamaño, en posición transversal a la marcha y separados del habitáculo de los pasajeros mediante una rejilla.

Recomendaciones para el viaje: temperatura, paradas, avituallamiento

Un viaje en coche puede resultar estresante para un perro o gato y por ello, durante el trayecto, especialmente uno largo, es necesario cuidar del bienestar del animal. En primer lugar, debe llevarse agua suficiente y la comida habitual de nuestra mascota, para que se mantenga hidratado en todo momento y siga sus rutinas de alimentación. Además, el interior del vehículo debe mantenerse a una temperatura agradable y bien ventilado, y si es posible evitando que le dé la luz del sol directamente.

Las paradas de unos 20 minutos cada dos horas o 200 km de conducción son imprescindibles tanto para el conductor como para sus acompañantes, incluidas las mascotas. En ese momento, podemos aprovechar para que nuestro perro o gato beba agua, coma, haga sus necesidades y, en la medida de los posible, dé un pequeño paseo para estirar las piernas, si es posible en alguna zona verde.

Nunca debe quedarse solo en el interior del vehículo

En caso de abandonar el automóvil, no debemos dejar nunca sola a nuestra mascota en el interior del vehículo, menos aún con las ventanas cerradas y en una zona de altas temperaturas, ya que podría sufrir un golpe de calor.

Asistencia en Viaje

Actualmente no existe ningún protocolo o normativa que indique qué hacer con las mascotas que viajan en coche y se ven involucradas en un accidente de tráfico. Por ello, y con el fin de garantizar la protección y el cuidado total de los perros y gatos de compañía en estas situaciones, una buena medida es contar con una cobertura de Asistencia en Viaje en nuestro seguro de automóvil que incluya a las mascotas. La cobertura “Mascotas Viajeras” de Línea Directa Aseguradora garantiza la atención veterinaria del perro o gato en caso de accidente de tráfico y, si su propietario no pueda ocuparse de su mascota, también su custodia.