Hace más de 20 años, Línea Directa Aseguradora popularizó en España el Todo Riesgo con franquicia, al que le dotó de una cantidad fija y modulable que permitía al cliente ahorrar hasta un 40% del precio frente al Todo Riesgo. Hasta ese momento, la oferta de estos productos era escasa y compleja, y se basaba en sistemas de proporción que, en ocasiones, conllevaban fuertes desembolsos a los clientes.

La franquicia de cantidad fija, hoy en día muy extendida, es una herramienta muy útil a la hora de contar con un Todo Riesgo sin tener que hacer frente a una prima muy elevada. Sin embargo, es un producto que cuenta con ciertas peculiaridades que debemos tener en cuenta a la hora de contratarla. 

¿Qué es una franquicia?

La franquicia es una cantidad fija de dinero que, en cada siniestro y según lo pactado en la póliza, debe pagar el asegurado. La clave del producto reside en que el cliente comparte el riesgo con la compañía, lo que permite abaratar considerablemente el precio del seguro. 

¿Debo pagar siempre la franquicia en cada siniestro?

No. El cliente solo debe pagar la franquicia cuando sea el responsable de un siniestro o cuando, sin serlo, no exista un tercero al que reclamar. 

Por ejemplo: si tengo contratada una franquicia de 150€ y me doy un golpe contra una columna, deberé abonar esa cantidad y la aseguradora el resto de la reparación. Además, si yo no he causado el accidente pero no hay un tercero al que reclamar (por ejemplo, porque un desconocido me ha dado un golpe pero no me han dejado sus datos), también tendré que abonar este importe. 

¿Cuántas franquicias tengo que pagar para reparar mi coche?

Depende de cada compañía de seguros, pero lo más habitual es que se tenga que abonar una franquicia por cada siniestro. 

¿Las franquicias funcionan igual independientemente del tipo de siniestro?

No, la franquicia se aplica a una serie de garantías y a otras no, dependiendo de la política comercial de cada compañía. En Línea Directa, por ejemplo, la franquicia no se aplica en las garantías de robo, incendio, lunas, daños propios causados por animales, en los accesorios declarados en la póliza ni en los casos en los que se utilice la garantía de Responsabilidad Civil Obligatoria. En todos estos casos el cliente no tendrá que pagar nada. 

¿Cuándo me conviene contratar una franquicia?

Generalmente, las franquicias son recomendables para los conductores expertos que tienen un buen comportamiento siniestral; es decir, que no son los causantes de muchos accidentes o que, directamente, no los tienen. Además, hay otros dos factores a tener en cuenta: el importe de los daños y la antigüedad del vehículo.

Los daños leves -rozaduras y arañazos sin contrario, principalmente- no son rentables repararlos a través de una franquicia, ya que tendremos que abonar la mayor parte de la reparación y, además, nos penalizará en la renovación de la póliza. Otro elemento que hace recomendable la contratación de una franquicia es la antigüedad del coche, ya que cuando un vehículo pasa de 10 o 12 años de antigüedad, un Todo Riesgo puede resultar antieconómico porque salvo casos muy concretos, el valor venal del coche desciende considerablemente.