Los terremotos que han sacudido el sudeste de Turquía y el noroeste de Siria el pasado 6 de febrero han provocado hasta el momento más de 11.000 víctimas mortales y dejado más de 50.000 heridos. Línea Directa Aseguradora muestra su solidaridad y apoyo a todas las víctimas y damnificados por el seísmo en ambos países y ha puesto ya en marcha una campaña de ayuda humanitaria para atender las necesidades urgentes de la población afectada y contribuir a su recuperación de esta catástrofe natural.

La red de voluntarios de la compañía, llamada “Conmovedores” e integrada por más de 150 personas, ha iniciado una acción de recogida de material de primera necesidad, como ropa de abrigo, mantas, sacos de dormir, colchonetas, alimentos no perecederos, conservas, fórmula para bebés, pañales, materiales de limpieza e higiene, compresas, linternas y termos, entre otros.

Para ello, la compañía ha instalado varios Rincones Solidarios en los cuatro edificios de su sede en Tres Cantos (Madrid) para que los más de 2.500 empleados de la aseguradora puedan hacer sus donaciones. Los productos recogidos serán entregados a la Embajada de Turquía en España, que ha dispuesto varios puntos de recogida de donaciones y materiales básicos en Madrid para su envío y reparto entre la población de las zonas afectadas.

Además de a través de los puntos de recogida dispuestos por la Embajada turca, los ciudadanos que así lo deseen pueden realizar sus donaciones económicas y de material de primera necesidad a través del consulado turco en Barcelona, de la Oficina de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía y de las campañas habilitadas por distintas ONG, como el Comité de Emergencia, Cruz Roja, Unicef, Save the Children y Acción contra el Hambre.

“Desde Línea Directa Aseguradora, la compañía y sus más de 2.500 empleados queremos expresar nuestra solidaridad y ayudar a la población damnificada por esta catástrofe natural. Como aseguradores, somos muy conscientes de los efectos que un evento de este tipo tiene en las personas y de la necesidad de una movilización urgente para ayudarlas en estos momentos y contribuir a su recuperación”, señala Mar Garre, Directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa Aseguradora.

La importancia del seguro ante un terremoto

En España, en los últimos 50 años el sector asegurador atendió, a través del Consorcio de Compensación del Seguro (CCS), cerca de 55.000 expedientes por daños a las personas, a los bienes y pérdidas pecuniarias por un valor superior a los 622 millones de euros. El último gran terremoto en España fue el de Lorca (Murcia) en mayo de 2011.

Los seísmos son una de las catástrofes naturales cubiertas por el CCS, un organismo público adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y financiado por los propios asegurados a través de un pequeño recargo en las pólizas. Este actuará siempre y cuando las personas tengan contratada y en vigor una póliza de hogar o coche, de ahí la importancia también de contar con un seguro de vivienda y revisar cláusulas como el contenido y el continente asegurados de la vivienda y comprobar que no están infraasegurados. Esto es así porque la indemnización que se recibirá del Consorcio en caso de terremoto la determinará la póliza en base al capital asegurado y resto de condiciones que figuren en la misma.

La forma de solicitar una indemnización al Consorcio es por teléfono o a través de la página web del propio organismo, o bien a través de la compañía de seguros con la que se tenga contratada la póliza o del mediador de seguros a través del que se haya suscrito. Lo recomendable, según el propio CCS, es hacerla cuantos antes para agilizar la tramitación de la indemnización.

Qué hacer en caso de seísmo

Los terremotos son una de las catástrofes naturales que pueden llegar a tener efectos más devastadores, como ha ocurrido en el caso de Turquía y Siria. Por eso, y por ser eventos totalmente imprevistos, desde el Instituto Geográfico Nacional dan una serie de recomendaciones a seguir no solo durante un seísmo, sino también antes y después.

Como medida preventiva, por ejemplo, es recomendable disponer en la vivienda de una serie de materiales que pueden resultar muy útiles durante un terremoto, como un botiquín de primeros auxilios, linternas de dinamo, agua embotellada y alimentos no perecederos, un silbato, una radio con pilas y extintores. Además, es aconsejable fijar bien a la pared o el techo elementos que al caer o ser desplazados pueden provocar lesiones, como cuadros y lámparas, y evitar colocar en alturas elementos muy pesados, como macetas.

Durante el terremoto, la recomendación general es agacharse, cubrirse —preferiblemente bajo una mesa robusta— y agarrarse, además de alejase de ventanas y muebles si se está en el interior o de edificios, muros y postes eléctricos si durante el seísmo se está en el exterior. Si en ese momento se está conduciendo, hay que parar el vehículo, activar las luces de emergencia y permanecer en el interior del automóvil.

Tras el seísmo, si es posible se debe cerrar las llaves del agua, la luz y el gas, no usar el ascenso y no entrar en edificios si se estaba en el exterior. Aquellas personas que hayan quedado atrapadas deben cubrirse boca y nariz para protegerse del polvo e intentar golpear con algún objeto para indicar su posición. No se debe mover a las personas gravemente heridas a menos que estén en peligro inminente de sufrir daños.