Description | | El coche autónomo es un vehículo capaz de realizar todas las funciones de conducción entre origen y destino sin necesidad de intervención humana en ningún punto. El uso de este tipo de vehículos genera una siniestralidad desconocida para la empresa y el sector, así como las coberturas a las que se hace responsable una compañía aseguradora en un mercado cada vez más orientado a la movilidad sostenible y tecnológica. Actualmente no existen coches autónomos en el mercado en España, aunque hay varios proyectos en desarrollo. Por otro lado, la legislación actual no permite al conductor ceder el control del volante en ningún momento, por lo que los coches autónomos no estarían permitidos en España a día de hoy, ni siquiera si la tecnología lo hiciera posible. En algunos estados de EE.UU., como California, se permite el uso de la conducción semiautónoma que implica soltar los mandos del coche. | | La proporción de personas mayores ha aumentado un 21% en 2020 en el caso de las personas mayores de 65 años y un 3,4% en el de las personas mayores de 80 años (casi el doble en dos décadas). En España, el censo de carnés de conducir de la Dirección General de Tráfico (DGT) revela que hay más de 27 millones de conductores, de los que casi el 16% son personas mayores de 65 años. Además, de las 1.273 víctimas de accidentes de tráfico ocurridos en vías interurbanas en 2022, 283 eran mayores de 65 años, mientras que, en vías urbanas, de las 473 víctimas mortales, 184 también eran mayores de 65 años, lo que supone el 39% del total, el grupo de víctimas más numeroso. Por ello, el envejecimiento de la población, la pérdida de poder adquisitivo y una normativa más restrictiva de la conducción suponen un riesgo cuyo comportamiento a largo plazo se desconoce. En consecuencia, la demanda de seguros puede disminuir a medida que aumenta la proporción de este grupo de edad, aunque la aparición de la conducción autónoma puede mitigar este riesgo. | |
Impact | | Línea Directa podría verse impactada por este riesgo emergente dado que impacta en un ramo de negocio fundamental. Si bien este impacto sería progresivo. - Incertidumbre sobre la legislación aplicable al uso de este tipo de tecnologías en vehículos en España. Línea Directa identifica posibles lagunas legales e incertidumbres por la falta de un análisis exhaustivo de la casuística, que no permite delimitar con certeza las posibles responsabilidades.
- Línea Directa contempla una gran Incertidumbre sobre las coberturas con las que asegurar el vehículo, así como la determinación del alcance de responsabilidad de las compañías aseguradoras, del fabricante del vehículo o del diseñador del software. Sus procesos de reclamación tendrían que ser revisados para este tipo de vehículos.
- Ante la Incertidumbre sobre si el software y la IA desarrollados por terceros se comporta de forma ética, o si lo desarrollado por un tercer país debe aplicarse en España o en la UE, Línea Directa se vería comprometida con la regulación y tendría que valorar las diferentes respuestas éticas de los diferentes softwares.
- Adaptación de infraestructuras en el territorio nacional (semáforos, balizas,…) para mejorar los índices de siniestralidad actuales. Este aspecto podría impactar en la suscripción según la zona geográfica.
- Pérdidas económicas derivadas de no adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores o de no atender a las nuevas demandas empresariales al no asimilar los cambios derivados de una aceleración de la transformación digital. Las áreas de innovación de producto y coberturas tendría que disponer de información para generar soluciones de valor para el cliente.
| | Los efectos más significativos que hemos observado de este riesgo son los siguientes: - Cambios en la cesta de consumo de movilidad en busca de alternativas más económicas al coche personal, lo que podría impactar en la prima media de la cartera de motor.
- Restricciones regulatorias (edad, condición física...) y disminución de la necesidad de seguros que oferta Línea Directa (en el segmento de motor principalmente).
- Incertidumbre sobre la siniestralidad en relación con las condiciones físicas de la población mayor. Aplicable a todos los segmentos de negocio de Línea Directa: Autos, Hogar y Salud.
- Nuevos perfiles de cliente ‘joven’ relacionados con personas de otros países que se van trasladando paulatinamente a España, que supondría un replanteamiento en la estrategia de comercialización y una revisión de los canales de distribución.
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Mitigating actions | | Las acciones que Línea Directa está llevando a cabo para mitigar estos riesgos son las siguientes: - Formación y estudio en algoritmia, análisis de movilidad autónoma y modelos estadísticos de nuevas variables de movilidad (infraestructuras, cajas negras…) para el desarrollo del nuevo negocio. Línea Directa comercializa actualmente seguros para vehículos con ADAS, y utiliza el aprendizaje obtenido del comportamiento siniestral de este tipo de tecnologías para aplicarlo a los vehículos autónomos.
- Seguimiento constante a través del Radar Regulatorio del Grupo Línea Directa para identificar cualquier cambio legislativo aplicable al ámbito de actividad de la compañía.
| | Las acciones que Línea Directa está llevando a cabo para mitigar la situación: - Conocer las necesidades de la población “mayor”: seguridad en la movilidad, domótica, servicios personales (acompañamiento, reparaciones del hogar, etc.) y salud.
- Conocer los nuevos perfiles de clientes “jóvenes” de otros países que están compensando el envejecimiento de la población española.
- Seguimiento constante a través del Radar Regulatorio del Grupo Línea Directa, con el objetivo de identificar cualquier cambio nuevo o existente en la legislación relevante, ya sea en materia de protección de datos o novedades normativas, entre otras.
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