La sostenibilidad ya no puede ser un mero eslogan publicitario o una cuestión de imagen, sino que debe formar parte de la estrategia corporativa de las compañías. Los inversores, desde los pequeños ahorradores hasta los grandes inversores institucionales, están exigiendo cada vez con más firmeza que las empresas, además de generar buenos resultados económicos, incorporen criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) a su gestión diaria.

Una herramienta útil para estos inversores son los índices de sostenibilidad, como el Dow Jones Sustainability Index y el FTSE4Good Index, los dos más prestigiosos a nivel internacional. Se trata de indicadores bursátiles, como lo son el Ibex 35 y el Eurostoxx 50, por ejemplo, pero en este caso compuestos por empresas que cotizan en Bolsa y, además, acreditan una gestión responsable en materia de criterios ESG.

Una fuente de información para el inversor

Por tanto, estos selectivos permiten a los inversores identidicar qué compañías cumplen con determinados criterios de gestión sostenible, y por otro observar y comparar la evolución de su cotización y rentabilidad. Los índices de sostenibilidad son, de esta forma, un filtro y una fuente de información para aquellos inversores que, a la hora de decidir dónde ponen su dinero, valoran más aspectos que el meramente económico.

La construcción de estos índices suele correr a cargo de empresas privadas como operadores de mercados financieros y agencias de rating. Estas compañías establecen la metodología de selección de las empresas que compondrán el índice y los criterios que deben cumplir, y evaluarán periódicamente el universo de compañías predefinido para decidir cuáles piueden seguir en el índice, cuáles no y qué empresas que no estaban entran por primera vez.

Por ejemplo, Bolsas y Mercados Españoles (BME), la empresa gestora de las Bolsas españolas, ha lanzado recientemente Ibex Gender Equality Index, el primero que mide la presencia de mujeres en los puestos directivos de las empresas españolas, con el fin de promover la igualdad de género a nivel de la alta dirección de las compañías del país. La composición del índice, del que actualmente forman parte 30 sociedades cotizadas, se revisará anualmente, cada mes de junio. ¿Qué requisitos deben cumplir las empresas para entrar en él? Básicamente, y además de formar parte del Índice General de la Bolsa de Madrid (IGBM), contar con entre un 25% y un 75% de mujeres en el Consejo de Administración y entre un 15% y un 85% en la alta dirección. Para evaluar si cumplen o no con estos parámetros, BME utiliza la información pública recogida en el Informe de Gobierno Corporativo que cada año publica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en base a los informes sobre esta materia que las empresas cotizadas deben presentar anualmente.

Un compromiso mayor con la sostenibilidad

Formar parte de esos índices, más que un reconocimiento, supone para las compañías que los componene asumir un compromiso aún mayor. Al entrar en uno de estos indicadores, estas empresas han demostrado ya una trayectoria previa de gestión sostenible y, además, al participar en las evaluaciones de estos índices se someten a unas estrictas exigencias de cumplimiento, validadas a través de cuestionarios y auditorías.

Pero, ¿cuál está siendo el comportamiento de estos indicadores? Los índices de sostenibilidad han desmostrado durante 2021 un buen comportamiento respecto a los tradicionales. A lo largo de esos 12 meses el MSCI Global ESG Leaders, el SP 500 ESG y el FTSE4Good IBEX se comportaron mejor que sus comparables convencionales, el MSCI World Index, el SP 500 y el IBEX 35 respectivamente.